“Cuando estás en la zona de flujo tú sabes que lo que necesitas hacer es posible, a pesar de lo difícil que parezca. El sentido del tiempo desaparece. Te olvidas de ti mismo. Te sientes parte de algo mayor.” Mihaly Csikszentmihalyi sobre la experiencia de “Fluir”
Cuando nos enfocamos en diseñar y estructurar exitosamente un proyecto en el cual vamos a trabajar durante un periodo de tiempo, con frecuencia la urgencia, la necesidad, el tamaño del objetivo o el entusiasmo por alcanzarlo pueden tener un efecto contrario al deseado.
¿Cuántos casos hemos escuchado de personas que se han puesto un objetivo, el cual empezaron con gran entusiasmo y que al poco tiempo lo olvidaron? Quizás algún propósito de año nuevo que comenzó con mucho entusiasmo y al poco tiempo se fue quedando en el olvido.
Dichos elementos nos dan una clara señal de que, mientras nos esforzamos en producir un trabajo de buena calidad, muchas veces tienen un efecto contrario, alejándonos de lograr el tipo de condiciones de “flujo” que parecen darse de una forma regular en las artes y los deportes. Mikhail Csikszentmihalyi, en su libro Flow (Flujo) describe los periodos de estudio y trabajo en donde surge una gran capacidad de enfoque y satisfacción, momentos en los que todo funciona perfectamente y surgen elementos para bloquear cualquier clase de distracción.
En su investigación Csikszentmihalyi pedía a las personas participantes que llevaran bipers que sonarían de manera aleatoria cada determinado lapso de tiempo, al sonar estos aparatos las personas participantes debían de anotar como se sentían al hacer sus actividades en ese momento, en otras palabras, debían de anotar si es que sentían que estaban “fluyendo” o no en sus actividades.
Encontró que cuando una persona reportaba estar fluyendo en el trabajo o en su tiempo libre normalmente era porque estaban haciendo determinada clase de trabajo que significaba reto y satisfacción, por ejemplo, estar trabajando en un pasatiempo como la jardinería o leyendo era clasificado por los participantes como una actividad que los ponía en ese canal de flujo, el estar viendo televisión, por el contrario, no.
Al preguntar a las personas que describieran cuando una experiencia era disfrutable y se encontraban plenamente concentradas y enfocadas en lo que hacían, encontró varias características en común: Un punto esencial que encontró fue la respuesta de que todos “aman lo que hacen”.
Adicionalmente, encuentra varias características importantes:
Los objetivos son claros en cada etapa del camino, “cuando entras en el canal de flujo siempre sabes lo que se necesita hacer.”
La retroalimentación es inmediata para todas nuestras conductas y sabemos que tan bien estamos haciendo nuestro trabajo, esto en contraste a un estado de preocupaciones.
Existe un balance entre retos y habilidades.
La acción y la toma de consciencia emergen, “tu concentración está enfocada en lo que haces, en un solo punto.”
La distracciones son excluidas de consciencia.
No hay preocupación en equivocarse… ”Estás demasiado involucrado en la actividad como para preocuparte en fallar.”
La auto-consciencia desaparece “En el canal de flujo estás tan involucrado en lo que estás haciendo como para preocuparte en cuidar del ego.”
El sentido del tiempo se distorsiona.
La actividad se vuelve autotélica (Una actividad que termina por sí misma).
Muchas de las cosas que hacemos en la vida las hacemos a fin de obtener posteriormente un objetivo (exotélicas). Las artes y los deportes son consideradas actividades autotélicas, es decir, no hay razón para hacerlas, excepto que el sentir, la satisfacción y experiencia que proveen.
Oscar Ramírez Martínez Leading Great Coaches - Coaching Great Leaders
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