Autor: Oscar Ramírez Martínez
Mis hijas y yo tenemos varios lugares favoritos, uno de ellos es una tienda de Lego a la que nos encanta ir; se nos pueden pasar las horas volando en este lugar.
Allí hemos armado diferentes figuras, hemos armado conejos, avionetas, lanchas, arcoíris, corazones y personajes que nos regalamos entre nosotros. Mis hijas han armado para mi diferente tipo de personajes, un guerrero samurai con un sable, un hechicero con una varita mágica, un cocinero con una pizza, un explorador canoso con un búho, un papá vestido con una pijama rosa con gorro en forma de cabeza de elefante.
En nuestra visita más reciente a esta tienda Alondra empezó a armar unas naves espaciales que estaban en una nueva sección, se parecen a naves espaciales que salen en las series de Guerra de las Galaxias. Terminó de armar una nave y vino a mostrármela, realmente le quedó muy bonita.
“¿Qué hago con ella papá?” Me preguntó, “Unos niños también armaron sus naves espaciales pero las dejaron porque no tienen precio, pero yo me quiero llevar la mía”, me dijo.
“¿Por qué no le preguntas a una de las señoritas que está atendiendo?” Le respondí.
“Ve tu papá”, me dijo, y yo que conozco bien a mi pequeñita, sé que en ocasiones le puede dar algo de pena hablar con personas desconocidas.
“Yo te acompaño amor, pero tu atrévete a preguntarle, quizás te llevas una sorpresa” le dije.
Ella lo dudó por un momento y al fin se animó.
“Señorita, las piezas que están en este contenedor están sueltas, pero no tienen precio y ya armé una nave, ¿Qué hago con ella?” Dijo con su hermosa voz.
“¡Ah! Esas piezas son de un tema de una película y no están a la venta, pero si tú ya armaste la nave te la puedes llevar contigo sin costo.” Le respondió la señorita que la atendió.
Ante esa respuesta Alondra volteó a verme con una gran sonrisa, estaba muy contenta de saber que se llevaría su nave espacial.
Mi punto al platicarte esta historia personal es invitarte a reflexionar sobre lo importante que es el atreverte a preguntar por cosas que desconoces. Muchas ocasiones nos quedamos sin saber que nos hubieran respondido si tan solo nos hubiéramos atrevido a preguntar por algo. Conozco a muchas personas que guardan resentimientos porque quizás fueron “demasiado respetuosos” como para atreverse a preguntar o a hacer solicitudes.
Y un gran beneficio que puedes obtener al atreverte a hacer preguntas es que, te puedes hacer de respuestas muy interesantes que desconocías por completo. No quiero decir que siempre te van a responder lo que quieres, esa no es mi idea, a mi hija le pudieron responder que esas piezas armadas se quedaban en la tienda.
"El propósito de hacer preguntas es que, el hacerlas, te llevará a una búsqueda de algo que desconoces y no el obtener una respuesta específica."
El propósito de hacer preguntas es que, el hacerlas, te llevará a una búsqueda de algo que desconoces y no el obtener una respuesta específica; aunque eso es lo que se suele pensar en nuestra educación académica, que lo importante es la respuesta y yo no creo que sea así, yo creo que lo importante de la pregunta es que nos puede llevar a toda una búsqueda de algo que desconocemos.
Como coach yo pudiera ser demasiado respetuoso de la forma de ver el mundo que tiene mi cliente, aunque dicha forma de ver las cosas lo pueda estar limitando de muchas maneras. Pero si mi cliente viene a sus sesiones de coaching para expandir y enriquecer su vida, pienso que al ser demasiado respetuoso de su punto de vista, en lugar de ayudarle yo pudiera estar limitándolo.
¿Y para que quiere tu cliente un coach que es muy amable pero que no le pregunta por sus posibles puntos ciegos que pudiera tener? Mejor no le hagas perder su tiempo.
Obviamente las formas de preguntar y solicitar siempre importan. La hermosa voz que utilizan mis hijas para pedirme cosas son un enorme desafío para que yo me resista a sus peticiones, si no lo sabré yo, que soy el que tiene que pagar por los Legos que no son gratis. Pero sobre la forma de formular tus preguntas y peticiones ya reflexionaremos en otra ocasión, por ahora te invito a reflexionar sobre aquellas preguntas, que si te atreves a hacerlas te pudieran abrir puertas muy interesantes en tu vida.
Oscar Ramírez
Director en Preguntas Estratégicas
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