
“Sólo soy capaz de controlar aquello de lo que soy consciente. Pero aquello de lo que no soy consciente me controla a mi”
-John Whitmore, Coaching for Performance
En una ocasión una participante de un programa que ofrecí para una empresa, me comentaba, después de escuchar mi explicación sobre cómo funcionan los anclajes en las personas; que estaba descubriendo que ella tenía un anclaje muy fuerte asociado a escuchar o leer sus dos nombres juntos, “Sabes Oscar, no puedo ver o escuchar que alguien se dirija a mi mencionando mis dos nombres, por ejemplo, tan pronto leo un email que me escribe un compañero de trabajo, inmediatamente me molesto y comienzo a responder de una forma muy molesta” “incluso el mismo compañero de trabajo me llamó para preguntarme, ¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que escribí en mi email que te hizo enojar tanto?
“Tú tienes la culpa, ¿Por qué me hablas con mis dos nombres?, respondió ella.
Pero así te llamas, ¿No?
Le expliqué que me parecía que cuando esto sucedía – Que los demás le hablaban por sus dos nombres- era como si las personas a su alrededor estuvieran presionando un botón de encendido de la corriente eléctrica, y que al hacerlo, modificaban en automático su estado de ánimo.
Hasta ese momento su molestia siempre había sido una respuesta inconsciente, y ahora descubría que existía un estímulo que gatillaba sus emociones.
¿Y ahora qué hago?
Siempre tienes opciones, respondí.
Mi punto al platicarte esta historia es el siguiente: las personas tenemos infinidad de anclajes en nuestras vidas, anclajes que gatillan respuestas inconscientes que producirán estados positivos, desagradables, funcionales o muy poco funcionales. Muchos vienen desde hace mucho tiempo de tu historia personal y serán disparados sin que puedas hacer mucho si no buscas hacerlos conscientes.
En mi experiencia como Coach y como instructor de Programación Neurolingüística he visto infinidad de casos de personas con disparadores emocionales muy poco funcionales en sus vidas.
Hay varios beneficios que puede tener para ti saber esto, uno principal es que al hacerte consciente de cuáles son esos “botones” que disparan - pensamientos, emociones y estados – podrás lograr una mayor libertad emocional.
¿Qué tan consciente eres de los disparadores de emociones en tu vida?
¿Qué estímulos gatillan tus emociones?
Te invito a reflexionar sobre los anclajes en tu vida y a compartirme cuáles son aquellos que descubres.
Oscar Ramírez Martínez
Coaching Great leaders – Leading Great Coaches
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