Por Oscar Ramírez
La primera ocasión que vi la imagen de “El hombre que se construye a si mismo” – The Self-Made man” de la escultora Bobbie Carlyle me dejó hipnotizado por su enorme belleza así como por sus grandes y bellas implicaciones. El trabajo de esta gran escultora refleja un enfoque psicológico metafórico para las batallas y los triunfos en la vida.
Vi por primera ocasión esta imagen en el libro de Steve Andreas “Transformándote a ti mismo”.
Esta escultura es la imagen de un hombre al cual solo se le puede ver la mitad superior del cuerpo y de la mitad para abajo no hay cuerpo sino solo una gran piedra de mármol, tiene un martillo en una de sus manos y en la otra un cincel y se está dando fuerte golpes a si mismo. Como todo un buen escultor o tallador, al hacerlo va dejando ver algo hermoso que estaba demasiado oculto como para verse, algo que no pudiera apreciarse sin ese estrés de los golpes. Este hombre va decidiendo donde golpear para forjarse y construirse. La mitad superior - la esculpida por el mismo - es una bella imagen de un hombre fuerte.
Hacer esto, esculpirnos a nosotros mismos, puede significar un proceso doloroso, ya que debemos perseverar a ese proceso de pulir aquellas puntiagudas esquinas de nuestro ser. Al hacerlo se convierte en un hombre. Al hacerlo construye su carácter y en consecuencia su futuro.
Para mi esta escultura es una hermosa metáfora de un hombre liberándose a si mismo utilizando su dolor así como su propia fortaleza.
“El hombre no se puede construir a si mismo sin sufrir, ya que en si mismo él es el mármol y el escultor”
Alexis Carrel