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¿Dónde están las monedas?

Escucha profunda y verdadera


Llega mi hija Arantza, de dos años y medio de edad, con una moneda de plástico, y creyendo que es una moneda de chocolate me dice: “Papi, ¿Me puedes abrir esta moneda?”


Yo al darme cuenta que es de plástico le contesto: “No se puede Amorcito”

Arantza me contesta, “¡Tu puedes Papi, inténtalo!”

En ese momento y con algo de iluminación repentina que me llegó de algún lado, le hago un pequeño truco de magia con la monedita, la desaparezco frente a ella y le pregunto "¿Dónde está la moneda?", se la vuelvo a aparecer, ella se sorprende y se ríe, después nos reímos juntos los dos y ella se va muy feliz y yo me quedo contento.


Yo pienso que quizás lo que mi Princesa quería en ese momento era estar conmigo, y en realidad la moneda era el pretexto que encontró para venir y estar junto a mi. En ocasiones llega, con su hermosa vocecita, todavía con esa falta de claridad para expresar sus ideas, muy propia de su edad, y me dice: “Te quería extrañar Papi”, en otras palabras “Te extrañaba Papi.”


Mi punto de ésta historia es, en muchas ocasiones ante solicitudes de las personas a nuestro alrededor, es difícil cubrir sus expectativas y darles algo que, debido a las circunstancias actuales, no podemos brindarles en ese momento.

Pero si realmente observamos y escuchamos a profundidad el mensaje en las acciones de los demás y nos vamos más allá de sus palabras; entonces podemos descubrir aquello que realmente quieren; podremos tomar una pequeña pausa, e invocando a nuestra magia y flexibilidad interior, siempre habrá algo de magia que pudiéramos ofrecer.


El beneficio que puede tener para ti recordar esta historia es que, al escuchar las necesidades profundas de tus compañeros de viaje, llámense hijos, pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo; tu pudieras descubrir que lo que realmente necesitan y buscan de ti es algo mas que solo aquello que te están pidiendo, quizás es tu compañía, quizás tu amor, quizás es un oído que escuche sus preocupaciones. El lograr comprender esas necesidades siempre te ayudará a encontrar alternativas y caminos de acción a tomar. Piénsalo, quizás tu también puedes hacer algo de magia y ahorrarte muchos dolores de cabeza al hacer esto.


Cajón desastre, (Que no de sastre) Al contarte esta historia descubro que para mi, toda invitación o solicitud de ayuda que me llega para hacer algo y que viene desde un amoroso “¡Tu puedes, inténtalo!”, entonces con demasiado gusto haré lo que esté en mis manos para poder ofrecer algo. Si viene desde una rabieta o berrinche infantil, muchas ocasiones desde un adulto que exige algo, quizás no sea así y en ese momento solo recuerde aquel hermoso libro de Joan Garriga: “¿Dónde están las monedas?” (2006), pero esa es otra historia.


LRI Oscar Ramírez

Director de Coaching Estratégico

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